Hace semanas
atrás se comunicó a través de nuestro Blog el amigo Julio Andrés quien nos
decía:
“Por
casualidad me tope con su página de hojas de afeitar argentinas, vi muchas
imágenes de hojas Legión Extranjera pero no vi fotos de la fábrica, que estaba
ubicada en la Av. Belgrano. Digo esto porque también formó parte de mi infancia
ya que mi mamá trabajó muchos años hasta que la jubilaron y cerraron la
fábrica, en el año 1996.
Yo tengo muchos recuerdos de
esa fábrica, a partir de los 10 años durante las
vacaciones de invierno y verano, mi mamá no tenía con quien dejarme y como uno
de los jefes “el señor Manuel García” era el cuñado de la hermana de mi madre,
le daba permiso para que me pudiera quedar, recuerdo las grandes maquinarias con
las que se hacían las hojas de afeitar.
El primer paso era “el templado" a cargo del Sr. Antolín alias “el Gallego” que pasaba la tira de hojas por un pequeño horno con hielo seco y luego otro de calor, me divertía mucho cuando traían esos panes grandes de hielo y yo les pedía que me dieran un pedacito para ponerlo en un vaso con agua y ver como brotaba el humo del vaso en donde metía mis muñecos.
Luego seguía “el sellado de hojas” a cargo del Sr. Oscar de la Vega, la tira de hojas pasaba por unos rodillos con tinta donde se imprimía el logo de la marca y por un sector con calor para el secado rápido de la tinta. Finalmente iban a unas máquinas grandes y largas, dos en total que eran para “el afilado y cortado” a cargo de los Sres Larragueta y Martínez...."
El primer paso era “el templado" a cargo del Sr. Antolín alias “el Gallego” que pasaba la tira de hojas por un pequeño horno con hielo seco y luego otro de calor, me divertía mucho cuando traían esos panes grandes de hielo y yo les pedía que me dieran un pedacito para ponerlo en un vaso con agua y ver como brotaba el humo del vaso en donde metía mis muñecos.
Luego seguía “el sellado de hojas” a cargo del Sr. Oscar de la Vega, la tira de hojas pasaba por unos rodillos con tinta donde se imprimía el logo de la marca y por un sector con calor para el secado rápido de la tinta. Finalmente iban a unas máquinas grandes y largas, dos en total que eran para “el afilado y cortado” a cargo de los Sres Larragueta y Martínez...."
Actualmente Julio está haciendo una reconstrucción
en modelo 3D del interior de la fábrica, solo con sus recuerdos de la infancia.
Lo
más interesante es que Julio posee varias fotos de su mamá, trabajando en
distintos sectores de la fábrica. Trabajó desde el año 1966 hasta su cierre en
1996.