El primer circo que funcionó en Buenos Aires lo hizo gracias a la iniciativa del Inglés Santiago Spencer Wilde (Inglaterra, 7 de Marzo de 1772 – Buenos Aires 16 de Julio de 1854).
Wilde instaló entre las calles Florida y Córdoba el "Parque Argentino", que fue el primer jardín público, a imitación de los grandes jardines públicos europeos, es ahí donde se presentaron los primeros espectáculos circenses con artistas nativos y los circos extranjeros que llegaban al país.