04 enero, 2012

Hoja Crítica


El diario Crítica fue un periódico Argentino publicado en Buenos Aires. Fundado por el periodista uruguayo Natalio Botana, su primera edición fue el lunes 15 de Diciembre del 1913, bajo el lema “Diario ilustrado, impersonal e independiente”. En su tapa muestra una caricatura que ilustra la nota central del día referida a la política nacional y con este comienzo, haría de la sátira una de sus principales herramientas periodísticas. El diario tenía un tono sensacionalista y llegó a ser uno de los más vendidos del país. Dejó de editarse en 1962.
Esta primera edición se componía de 5.000 ejemplares, que Botana había financiado gracias a un préstamo realizado por Marcelino Ugarte, político perteneciente al Partido Autonomista Nacional que ejerció en reiteradas ocasiones el cargo de Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
El gran salto se produjo en 1922, cuando Crítica saca su quinta edición, que llega a vender alrededor de 75.000 ejemplares. En 1925, saca la sexta edición. A partir de esa época, Crítica salía a la mañana, al mediodía, a la tarde, a la noche y a veces, cuando surgía algún acontecimiento de último momento, sacaba la séptima a la medianoche.
Desde ese momento el diario comienza a ampliar su espectro y en 1923 comienza con la producción deportiva al cubrir la pelea de boxeo entre Jack Dempsey y Luis Angel Firpo.
Con un estilo periodístico impactante creo una visión innovadora que rompió los moldes existentes, fue pionero en todos los géneros: fue el primero en incorporar grandes fotos y dibujos; el primero también en colocarles epígrafe; el primero en incluir un suplemento deportivo, crear secciones, imprimir en color, incorporar una revista a la edición y denunciar un hecho de corrupción. También fue pionero en enviar cronistas y fotógrafos como corresponsales de guerra al conflicto entre Paraguay y Bolivia y el que destacó al primer cronista deportivo que acompañó a un club de fútbol en gira (cuando cubrió la campaña de Boca Juniors por Europa en 1925). Fue también el que realizó el primer reportaje telefónico trasatlántico con motivo de la inauguración de la agencia del diario en Berlín.
El edificio, tenía colgadas en el frente unas pizarras con las últimas noticias que se actualizaban a cada hora, con la particularidad de utilizar una sirena estridente. Cuando sonaba, los vecinos sabían que algo importante estaba pasando en Buenos Aires. Además el edificio albergaba su propia rotativa, un gimnasio, un bar y hasta una peluquería para uso exclusivo de su personal. Un dato interesante es que además de las cinco ediciones diarias y los suplementos, Crítica brindaba a sus lectores espectáculos públicos, ciclos de cine barriales y concursos (algunos concursos eran increíbles: en una ocasión se llevó a cabo un certamen de mujeres feas y como premio se les regalaba un tratamiento de belleza!)

El diario Crítica, llegó a vender más de trescientos mil ejemplares por día, lo que equivale a decir tres veces más que el periódico de mayor circulación actual. Fue el diario más importante del mundo escrito en castellano.
Nota del periodista Hugo Marini envido especial para seguir la 
gira de Boca Juniors por Europa

El 26 de Noviembre de 1926 el diario alcanzaría su cifra récord de ventas, al alcanzar los 900.000 ejemplares diarios. El 5 de Noviembre de ese año se lanza Crítica Magazine, un suplemento cultural en el que escribieron figuras como Roberto Arlt, Raúl González Tuñón, Enrique González Tuñón, Carlos de la Púa, Alfonsina Estorni y Ulises Petit de Murat.
Las relaciones entre Botana y los escritores distaron de ser amigables. Muchos de los que trabajaron a sus órdenes, descargaron posteriormente su odio al director en escritos donde directa o alusivamente referían al trato recibido por Botana. Leopodo Marechal incluyó en su novela “Adán Buenosayres”, una ya mítica anécdota que ilustraba los artilugios de los que se valía Botana para obtener más dinero por avisos comerciales. Parece que Botana le había encargado al escritor contar los fósforos contenidos en las cajitas y al descubrir que eran 44 y no 45 como la etiqueta señalaba, Botana amenazó a la compañía de fósforos con publicar el engaño en las páginas de su diario. La contratación de publicidad con la compañía evitó que el hecho se diera a conocer.
Sobre la fórmula periodística de Critica, Marechal opinaba: "Era preciso basurear en el crimen, recoger la inmundicia de los cadáveres mutilados y arrojarle por último a la bestia el manjar impreso en cuerpo siete, con grabados de anatomía patológica y abundantes lágrimas de cocodrilo". Roberto Arlt, cronista de la sección policiales, se recordaba como "uno de los cuatro encargados de la nota carnicera y truculenta, obligado testigo de cuanto crimen, robo, asalto, violación, venganza, incendio, estafa y hurto se cometía".
Continuando con la línea clásica, el Diario Crítica apoyó el golpe de estado que derrocó a Yrigoyen el 6 de Septiembre de 1930. Botana a través de su diario fue el movilizador de las masas populares que eran necesarias para voltear un gobierno que había llegado apoyado en ellas.
En 1931 el diario comenzó a distanciarse de los sectores militares y es clausurado por órdenes del gobierno de facto del general José Félix Uriburu. Debido a serias divergencias de Botana con el nuevo régimen, su diario comienza a atacar a Uriburu. Botana y su esposa fueron apresados y pasan 100 días en la cárcel. Finalmente las autoridades les dan la opción de salir del país y el 17 de Agosto la familia parte rumbo a Montevideo en el vapor de la Carrera y de allí a España, donde es recibido como pocas veces se había visto, se le abren todas las puertas y el reconocimiento es unánime.
Desde España denuncia lo que ocurre en Argentina: el cierre de publicaciones y bibliotecas obreras, la intervención a las universidades nacionales, el desastre financiero, la corrupción en el ejército, la creación de una organización mercenaria (La Legión Cívica Argentina), la tortura de detenidos políticos, la destrucción del movimiento obrero y la encarcelación de sus dirigentes.
En 1932, luego de la llegada del general Agustín P. Justo a la presidencia de la República, la familia Botana regresa al país. El 17 de Marzo de 1932 se lanza el noticiero cinematográfico que convertiría a Crítica en el primer grupo multimedios del país.
         El diario retomó su funcionamiento y el 12 de Agosto de 1933, se creó un suplemento cultural de ocho páginas impreso a color llamado "Revista Multicolor de los Sábados", este suplemento, del cual se publicaron 61 números desde el 12 de Agosto de 1933 hasta el 6 de Octubre de 1934, era de entrega semanal y estaba formado básicamente de cuentos, notas culturales, traducciones y curiosidades. En este suplemento, el cual dirigió junto a Ulyses Petit de Murat, Borges comienza a publicar sus primeros textos en prosa, los cuales posteriormente serían recopilados y publicados en 1935 con el título "Historia Universal de la Infamia".
En Agosto de 1941 Natalio Botana muere en un accidente automovilístico, dejando el diario a su familia. Hacia 1945 Crítica era decididamente antiperonista, defendió con pasión la estabilidad de la Suprema Corte, atacó la compra de los ferrocarriles y la de los teléfonos. Muchos autores sostienen que Perón presionó a Salvadora (la viuda de Botana) para producir un viraje en la política del diario y lograr su apoyo. Pero Salvadora no aceptó y vendió sus acciones a Miguel Miranda, por entonces Ministro de Economía, y que éste a su vez le cedió las acciones a la Editorial Alea, que era de Eva Perón. De este modo el peronismo finalmente evitó la confrontación con el poderoso diario Crítica en la campaña de 1946.
Por su prédica constante contra el Movimiento Peronista y debido a los problemas económicos del diario, en 1951 son forzados por el gobierno a venderlo a la Cadena Oficial de Prensa. Después del golpe del '55 Aramburu ordenó la devolución de los medios de comunicación que integraban la Cadena Oficial a sus antiguos dueños. Pero el diario de la familia Botana no fue incluido porque en su momento habían vendido las acciones.
Tras pasar de mano en mano, a comienzos de la década del 60 Crítica agonizaba. La sirena se escuchó por última vez en Junio de 1963, al paso del recién elegido presidente Arturo Illia. En Noviembre de 1963 Crítica dejó de aparecer. Finalmente, alejado del esplendor que lo caracterizó durante las décadas de 1920 y 1930, el diario dejó de circular el 30 de Marzo de 1962.
         En el año 1928 con letra y música de Armando Ferretti Carlos Dante graba el tango Critica 6 ta. (Sello Electra).
Crítica, Crítica sexta / Se oye a lo lejos, vocear, / Es el pobre canillita / Que vuelve para su hogar. / Crítica, Crítica sexta / Cansado ya de correr, / Trae una angustia en el alma / Y un peso para comer.

En una oscura casucha del bajo / Donde la noche parece eternizar, / Con su viejita, enferma y postrada / En la miseria luchando está. / En una oscura casucha del bajo / Donde la noche parece eternizar, / Sin una queja, blasfemia ni angustia / Su vida arrastrando, resignado va.

Crítica, Crítica sexta / Sólo le resta gritar, / Para que a su viejecita / Nada le pueda faltar. / Crítica, Crítica sexta / Es hoy la dulce canción, / Entonándola, mitiga / Toda su intensa aflicción.

Si alguna vez, en su mente acude / Aquel recuerdo del padre que se fue, / Cuando golpeando a su madre, violento / Furioso y ebrio, juró no volver. / Si alguna vez, meditando recuerda / Aquellas horas frías de su niñez, / Dos lagrimones asoman furtivos / Y en silencio ruedan, bañando su tez.

El edificio
La primera sede de la redacción de Crítica se encontraba en la calle Sarmiento al 800, se trataba de oficinas alquiladas. No fue hasta mediados de la década de 1920 que se adquirió uno de los pocos terrenos libres que quedaban en la Avenida de Mayo 1333, con el objetivo de construir el gran palacio periodístico, que se convertiría en uno de los edificios más extravagantes de Buenos Aires.
Para ello, Botana contactó a los arquitectos húngaros Andrés y Jorge Kalnay, quienes en 1926 proyectaron el nuevo edificio. Según algunas fuentes, la obra habría sido en su mayoría diseñada por Jorge, siendo de Andrés sólo los ornamentos y decoración de la fachada. El palacio de Crítica sería inaugurado en Septiembre de 1927, con un gran festejo acorde a la importancia que tenía el diario en ese momento.
La obra de los Kalnay rompía el tradicional estilo Neoclásico de la Avenida de Mayo, incorporando el “Art Deco” que revolucionaba la arquitectura de vanguardia en el mundo.
Incorporaron a la obra elementos de las culturas precolombinas y orientales dentro del contexto de perfiles geométricos que excluían las curvas y los arabescos del decaído “Art Nouveau”, logrando una fachada con reminiscencias de Templo Maya o de la “Metrópolis”, de Fritz Lang.
El Art Deco fue un estilo propio de las artes decorativas desarrollado en el periodo de entreguerras, entre 1920 y 1939 en Europa y América. Alcanzó su máximo esplendor en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París de 1925. Se caracteriza por la profusión ornamental, el lujo de los materiales y el frecuente recurso de motivos geométricos y vegetales. 
Se basa principalmente en la geometría imperante del cubo, la esfera y la línea recta, además de los imprescindibles zigzag.
         Tratan de representar algunas abstracciones que muestran en la naturaleza, rayos luminosos radiantes, fluidos acuáticos, nubes ondulantes. Representación faunística haciendo referencia a ciertas cualidades como la velocidad y usan para ello gacelas, galgos, panteras palomas, garzas. Representación de elementos fitomorfos se utilizan las flores, los cactus, las palmeras, representados por medio de delineaciones geométricas.
En arquitectura, además de las formas geométricas, se recurre a remates terminados escalonadamente y con proas marítimas que sostienen mástiles que sirven como astas; arcos y puertas ochavadas y lujosos materiales como el mármol, el granito y el aluminio consuman el aparato decorativo. 

Se utiliza la figura humana de hombres gimnastas, obreros, habitantes de las urbes, luciendo el "look" de la época, junto a la de mujeres resueltas que participan en la producción económica, vistiendo una moda más atrevida, con el pelo corto que fuman y participan en cócteles, denotando su liberación. Aunque Botana rápidamente justificó el lujoso edificio como un palacio para el pueblo, no dejó de tratarse de una excepcional sede con todos los adelantos para la época y algunos detalles extravagantes.
Así el despacho de Botana, forrado en suntuosa “boiserie” de raras maderas, en el primer piso, aparece jerarquizada en la fachada, ya que está retirada del frente, ornamentada con motivos botánicos que aluden al árbol del periodismo y sus frutos y custodiada por cuatro estatuas laterales, como también la sala de armas, excentricidad característica del estilo de Botana, daba a la obra, no sólo la capacidad necesaria para los talleres, oficinas, salón de actos, biblioteca y el archivo de Crítica sino también ciertas características de glamour y sofisticación que aún hoy la destacan como una pieza de gran originalidad.
Hall directorio del Diario critica
         Además, el edificio tenía una serie de consultorios médicos y jurídicos de atención libre.
         Ningún detalle escapó a la atención de los Kalnay, Jorge fue un gran interesado en la cultura y arte precolombinos, y los aplicó al diario Crítica, decorando los pisos con ilustraciones del calendario azteca, grabado en el piso de granito negro, las ventanas con Vitrales de motivos solares y hasta los curiosos balconcitos en forma de proa de barco, sin olvidar las pesadas puertas corredizas de bronce que quizás salvaron la vida de los periodistas y personal del diario en las turbulentas épocas del primer peronismo.
Esta es la somera descripción del inmueble. Lo que fue y significó el diario “Crítica” no tiene parangón con nada que haya sucedido antes ni después en el periodismo local.
         En la actualidad, este edificio, pertenece al Estado Nacional, y aloja a la Superintendencia de Administración de la Policía Federa Argentina.
         Un segundo edificio perteneciente al diario Crítica fue inaugurado el 1 de diciembre de 1930, y alojó a los talleres auxiliares, en la calle Salta 1915, a pocas cuadras de la Estación Constitucion. Proyectado por los arquitectos Pibernat y Loizaga, y colaboración de Virasoro, comparte el estilo art decó distintivo de la sede de Avenida de Mayo.

Natalio Botana
Su gloria -inmensa, temeraria- iluminó como un rayo veintiocho años de la historia criolla y se consumió como tal: rápida y vertiginosamente. Hoy nadie recuerda a Natalio Botana, de la misma manera que en los años '20 o '30 nadie podía olvidarlo.

         Hijo de un hacendado, Natalio Félix Botana nació en 1888 en Sarandí del Yí, departamento de Durazno, Uruguay. Ganó un lugar en la historia del periodismo argentino, como director del diario "Crítica". Fue teniente de infantería del Ejército uruguayo y militante del Partido Blanco de ese país, antes de llegar como exiliado a Buenos Aires. El 25 de setiembre de1913, cuando sólo contaba con 25 años, fundó "Crítica", que revolucionó el periodismo argentino.
         Botana era un personaje amado y odiado, pero respetado por su gran amplitud periodística, que ofrecía textos como los "Cantos de Maldoror", del conde de Lautréamont, a la vez que proponía a los intelectuales temas como el radioteatro o el tango. Ayudó con trabajo a anarquistas y exiliados, se opuso abiertamente a Hitler y Mussolini y realizó campañas públicas en favor de los consumidores, exigiéndoles a las grandes empresas lealtad comercial y controles de calidad.
Cuadro de Arteche sobre Villa Los granados Todo es historia N* 408
         Su quinta de Don Torcuato fue visitada por los personajes más célebres de la época, desde Pablo Neruda hasta José Ortega y Gasset, y tenía un mural pintado por el mexicano David Alfaro Siqueiros.
         Natalio Botana fue el creador del primer multimedio latinoamericano, capaz de unir en una sola empresa todos los recursos tecnológicos disponibles en ese momento: prensa escrita, radio, noticiero cinematográfico y productora de cine. Una audacia empresaria que empalidece las modernas fusiones de hoy, ya que tenía una incomparable ventaja: toda la empresa dependía de un solo y único dueño. Natalio Botana, amo y señor de la opinión pública Argentina.

         Fue un hombre polémico de su época, con gran empuje, ideas, creatividad, con un alto grado de audacia en todo lo que emprendía, un hombre comprometido con lo que hacía, con seguidores y no tantos, pero siempre reconocido, a la hora de recordarlo por más polémico que haya sido. Su nombre resurge como el personaje que marco una época.
Natalio Botana
        Un hombre que no lo detuvo nadie cuando de hacer algo se trataba, que marcó a través de su diario, Crítica, un modo de hacer periodismo , que marcó un rumbo en el periodismo argentino, que supo rodearse de personajes de las letras , las artes, la política, un hombre que ostentó el poder a través de su diario, que hizo uso de ese poder, que contribuyó a la caída y sostén de gobiernos en esta argentina que él adoptó cuando se hace ciudadano, allá por 1916 , supo buscar las oportunidades y también hacer uso de ellas cuando se le presentaban.
         Sin embargo, ninguna de sus muchas virtudes supera lo escrito sobre sus múltiples pecados. Acusado de embustero, extorsionador, populachero, sensacionalista, manipulador, mafioso, snob y soberbio, la figura de Botana fue mirada en diagonal y con desprecio por casi todos los que se le acercaron.
         Llevó a Crítica, su diario, al primer lugar entre los periódicos de la época. Los estudios presentan a Crítica como un verdadero mito del periodismo del siglo XX en la argentina, el fenómeno Crítica es el resultado exitoso de una de las estrategias centrales del diario, el diseño de su imagen pública , a través de esa construcción es que le permite narrar la historia institucional del diario, se produce un permanente contacto con el pueblo, que es interpretado a través de las noticias, creando verdaderos pactos de lectura, es así como va creando su propio mito como “voz del pueblo”.
Jorge Luis Borges
         
         Jorge Luis Borges lo recuerda en plena redacción del diario, sacando la billetera del bolsillo del saco de cashimire inglés para tirar al aire montones de billetes. Luego, un Botana desdeñoso, observaba cómo sus empleados se tiraban al suelo para recogerlos. Una de esas veces, descubrió a Borges que, petrificado en el otro extremo de la redacción, miraba abochornado el espectáculo, y por encima de los cuerpos que se arracimaban por el piso, lo invitó a tomar un café. La elegante ironía de Borges detiene allí el relato. Prefiere rematarlo con una frase lapidaria: "En lo sucesivo, si alguien me avisaba que venía el director, corría a encerrarme en el baño para evitar el mal rato".
         Pero también Botana cosechó fama de hombre generoso. Petit de Murat llegó a decir "si estoy vivo es gracias a Botana, que pagó todos los gastos de mi internación cuando estuve enfermo de tuberculosis".
         El jefe de redacción del diario escribió que un día llegó a su escritorio un sobre con cinco mil pesos (el equivalente al precio de un auto en esa época) solo porque a Botana le había gustado la edición de ese día. Muchos de sus redactores dieron testimonio de las periódicas amnistías de vales y adelantos que decretaba el patrón y hasta confesaron públicamente su salario: 900 pesos al mes para el cronista de menor calificación. El doble de lo que pagaba cualquier otro diario.
         Pablo Neruda relata el encuentro que tuvo con Botana en su quinta de Don Torcuato donde fue invitado a cenar junto a Federico García Lorca Neruda retrata así: "rebelde y autodidacta, había hecho una fortuna fabulosa con un diario sensacionalista. Su casa era la encarnación de los sueños de un vibrante nuevo rico. Centenares de jaulas de faisanes de todos los colores y todos los países orillaban el camino.
         La biblioteca estaba cubierta sólo de libros antiquísimos que compraba por cable en las subastas de bibliógrafos europeos. Pero lo más espectacular era que el piso de esta enorme sala de lectura se revestía totalmente con pieles de pantera cosidas unas a otras hasta formar un solo y gigantescos tapiz. Supe que el hombre tenía agentes en África, en Asia y en el Amazonas destinados exclusivamente a recolectar pellejos de leopardos, ocelotes, gatos fenomenales, cuyos lunares estaban ahora brillando bajo mis pies en la fastuosa biblioteca. Así eran las cosas en la casa del famoso Natalio Botana, capitalista poderoso, dominador de la opinión pública de Buenos Aires".
         La quinta Villa de Los Granados, en Don Torcuato, provincia de Bs. As., ocupaba 6 hectáreas de un predio de 14 hectáreas. Pasaron por la mansión personalidades como García Lorca, Alfonsina Storni, Roberto Arlt, Conrado Nalé Roxlo, Ulyses Petit de Murat y Pablo Neruda.
         Dentro de los predios de la quinta, se funda en 1940 los estudios cinematográficos Baires Film de Natalio Botana.
         Neruda, por último, nos obliga a mirar a Botana con los ojos de su época. ¿Quién era ese millonario excéntrico, capaz de sentar a su mesa a dos celebridades literarias y refregarles en la cara como símbolo de riqueza no ya autos, propiedades o mujeres, sino una majestuosa y envidiable biblioteca?
         En cualquier caso, a Botana nunca le importó lo que opinaran de él. Huía de los aduladores como de la peste. Y cuando le comentaban lo que sus enemigos murmuraban a sus espaldas, daba por terminada la reunión con una frase:
-La única opinión sobre mi persona que me interesa es la del Negro Cipriano. Y no creo que sea muy buena. Cipriano era Cipriano Arrúe, su fiel valet, lacayo o guardaespaldas. El negro que lo acompañó a la guerra en su adolescencia y lo siguió hasta Crítica, después, y al que Botana llamaba con un humillante silbato.
David Alfaro Siqueiros
         Botana tenía tres Rolls Royce -uno negro, uno gris y otro celeste- una quinta con treinta dormitorios, quince salas de baño y una bodega cuyas paredes había pintado el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, durante una larga estadía que culminó cuando lo dejó plantado su mujer, la escritora Blanca Luz Brun.
Blanca Luz Brun

        Tiempo después, en la dedicatoria de un libro, Blanca reveló los motivos de su deserción matrimonial. Sólo escribió: "para unos es un santo, para otros Al Capone, pero para mí será siempre mi emperador". Hablaba de Botana, por supuesto, el hombre que jamás se jactó en público de sus romances, simplemente porque en público nunca habló. Escuchó.
         Los que lo conocieron de cerca dicen que Botana tuvo otros amores: Crítica, sus hijos y la timba. En ese orden. Aunque su verdadera pasión fue la lectura. Se la inculcó -como una religión, un vicio o una condena- su madre Nicolasa Millares, una cubana, nieta de venezolanos y pariente directo de Simón Bolívar, que le enseño a leer también inglés, francés y latín y que lo obligó a internarse en un seminario uruguayo para ordenarse cura, con el que pretexto de que encontraría así más tiempo para su formación intelectual. De allí se escapó a los 16 años.
         Crítica, popularizó el socrático lema "Dios me ha puesto sobre vuestra ciudad como a un tábano sobre el noble caballo, para picarlo y mantenerlo despierto".
         Fue ese tábano el que le permitió, entre otras cosas, apoyar primero y destruir después al presidente Hipólito Yrigoyen, para quien hacía imprimir todos los días un único ejemplar con noticias falsas que alababan su mandato. El mismo tábano que un general golpista ordenó silenciar, decretando la clausura primero, y la prisión después del propio Botana, su esposa Salvadora y otros quince periodistas. El tábano que saludaba la lucha de los republicanos españoles, proclamaba a Hitler demente y difundía los artículos del rebelde Sandino.
"Nosotros le tenemos que decir al público lo que le gusta", repetía a sus redactores Botana, como un verdadero tábano que les chupaba el talento a cambio de mantenerlos con los ojos bien abiertos. Tener despiertos a sus lectores aparecía como la razón de ser de este nuevo medio gráfico.
         Así logró, finalmente, acumular la fortuna y el poder suficiente como para cumplir con los sueños de su madre. Compró más de mil ejemplares de incunables que acumuló en la más grande biblioteca privada de Latinoamérica y se sentó a leerlos en camisa de seda, el puro en los labios y el revólver en la cintura. Una inmensa, monumental biblioteca que hoy está -literal y trágicamente- desaparecida.

Su muerte
         Según la crónica del diario El día (de la Ciudad de La Plata) del 7 de agosto y bajo el título de “un vuelco espectacular sufrió el auto en el que viajaba el gobernador, resultando varias personas heridas de gravedad”, se detallan los pormenores del fatal accidente que terminaría con la vida de Don Natalio Botana.
         Alrededor de las 17 hs. de aquel miércoles, el vehículo (de uso oficial) de la gobernación regresaba del hotel Termas de Reyes conducido por el chofer Sr. Vicente Castillo, al ingresar al puente sobre el río Reyes (Guerrero), y por razones que no fueron precisadas, éste vuelca terminando su carrera en el cauce del río, de donde sus ocupantes fueron rescatados, de manera inmediata, por la rápida acción de don Ignacio Carrillo, propietario de una finca vecina al lugar del accidente, junto a un grupo de peones de la zona.
         El coche (no sería un Rolls Royce propiedad de Botana, como afirma Álvaro Abós en la biografía de aquél, “El tábano”) perteneciente a la gobernación de la provincia, como ya se dijo, estaba ocupado por el nombrado Sr. Castillo al volante, a su costado viajaba el gobernador Bertrés y atrás el Sr. Botana junto a Pedro Scapuscio, Secretario de Redacción de Crítica y mano derecha de Botana (a la muerte de éste hereda la dirección del diario) y José Pedro Barreiro, Jefe de Redacción del mismo diario.
         Todos resultaron heridos, pero el más grave, sin lugar a dudas, por tratarse de un paciente cardíaco, era Botana. Una de sus costillas quebradas había lastimado el tejido cardíaco, lo que hacía que su estado fuese muy delicado. Las dos ambulancias que acudieron al accidente trasladaron a las víctimas hasta el hospital San Roque. Allí, los médicos Pablo Perovic, Miguel de los Ríos, Luis Zurueta, Samuel Wainfeld y Vicente Bernasconi se aprestaron a intervenir quirúrgicamente a Botana en forma inmediata, cosa a la que se opusieron sus acompañantes, alegando que el único que podía asistirlo era su médico personal, Dr. Finochieto. Éste debía viajar desde Buenos Aires, viaje que, por la urgencia obvia del caso, debía realizar en avión. La feroz tormenta desatada sobre la ciudad porteña aquella noche clave, impidió la partida del vuelo y, por consiguiente, el arribo a tiempo del Dr. Finochieto fue imposible.
                  “A consecuencia de las heridas que sufrió en el accidente del martes -dice la edición del 8 de agosto de El Día-, pereció Natalio Botana”. Falleció a los 52 años el 7 de agosto a las 4,20 hs. de la mañana. La muerte de una vida tan polémica no podía ser menos. Al mediodía de aquel mismo día de la muerte, el ataúd con el cuerpo de Natalio Botana fue cargado en el vagón de un tren especial que lo trasladaría hasta Buenos Aires para su sepelio. Cuentan que un testigo, en la estación, comentó (a manera de reflexión) “de ser otro se salvaba, lo operaban y chau, pero… ser Botana lo mató”. Las palabras de despedida a los restos de Botana de suelo jujeño estuvieron a cargo del diputado provincial Dr. Horacio Guzmán.
         La presencia de Natalio Botana en la provincia de Jujuy, se debía a que esperaba concretar en San Salvador la compra de, nada menos, de las lagunas de Yala para obsequiárselas como regalo de bodas a la española María del Carmen Durán, de quien se había enamorado y pensaba casarse antes de que finalizara aquel año de 1941 (en la ciudad de Méjico).
         Tras su los herederos fueron perdiendo el control de la editorial hasta que, acosados por el gobierno peronista, debieron venderlo. Definitivamente debilitado, Crítica cerró en 1963, cuando llegaba otra ola de renovación del periodismo argentino.

El Mural “Ejercicio plástico”        
                 Siqueiros nació en México en 1896, ya en 1914 se alistó en el ejército constitucionalista y luego viajó a Europa, donde conoció a Diego Rivera. Más tarde, escribe el manifiesto que publicó en Barcelona en 1921 donde pide “Una nueva dirección para la nueva generación de pintores y escultores americanos”. Luego vendrá el deterioro de sus relaciones con el gobierno mexicano; forma parte del Sindicato de Artistas y crea el periódico El Machete. Deja de recibir encargos a partir de 1924 y así decidió dedicarse a las actividades políticas exclusivamente. En 1930, tras varios meses en la cárcel, Siqueiros partió rumbo al exilio.
         Llega el 25 de mayo de 1933 a Buenos Aires, donde realiza varias exposiciones y conoce a Natalio Botana, del que recibe el encargo de decorar el sótano de su casona en Don Torcuato. Para concretar dicha tarea, Siqueiros convocó a artistas de la talla de Antonio Berni, Alvaro Castagnino, Lino Spilimbergo y Enrique Lázaro.
        El resultado fue “Ejercicio plástico”, un mural atípico para Siqueiros, ya que no tenía precisamente contenido político o social: el artista se había inspirado en la figura de su mujer, Blanca Luz Brum, para inmortalizarla en ese espacio de doscientos metros cuadrados, ubicado en el sótano de la Quinta Los Granados.
Autorretrato de Siqueiros
         Sus ideales y declaraciones provocan una reacción en los círculos gubernamentales y Siqueiros se ve obligado a salir de la Argentina.
         El mural permaneció en poder de Botana hasta su fallecimiento en 1941. Luego la casona fue comprada por la familia Alsogaray. Se comenta que cuando la señora de Alvaro Alsogaray bajó al sótano y observó el mural, mandó a rociarlo con ácido argumentando que contenía imágenes demasiado fuertes para su pequeña hija María Julia. Sin embargo, la técnica que había utilizado Siqueiros se resistió al ataque; por lo tanto, la señora ordenó que se lo tape con cal y cerró el sótano con llave.
         Posteriormente la quinta Los Granados pasó a diferentes manos privadas hasta que es comprada por Héctor Mendizabal en 1989 quien en 1990 decide contratar a un equipo de expertos del Estudio Del Carril-Fontan Balestra, para que con una técnica especial retiraran el mural del sótano, con el propósito de que el “Ejercicio Plástico” se transformara en una obra itinerante y de esta manera poder llevarla a diferentes museos del mundo. 
         La obra tiene una superficie total de unos doscientos metros cuadrados, y Siqueiros realizó el mural utilizando una técnica innovadora, donde combinó materiales y procedimientos antiguos con otros modernos -como el uso de la cámara fotográfica-. Además, el grupo de artistas liderado por Siqueiros hizo en este mural un gran descubrimiento, encontraron la manera de retocar el fresco con silicatos para darle mayor firmeza y durabilidad. Pero lo fundamental y más destacado en la manera de la creación de esta obra es que cambiaron el trabajo individual por el trabajo colectivo.
         La sociedad creada por Mendizabal no pudo pagar las numerosas deudas contraídas, la obra fue embargada y no alcanzó a pisar su primer destino: el Museo Metropolitano de Nueva York en Estados Unidos. El mural con varias instancias judiciales quedó por orden de la justicia confinado en varios contenedores en un depósito de San Justo desde 1992, hasta que una serie de acciones y secuencias jurídicas iniciadas en el período 2000 - 2003, hacen que la justicia ordene su recuperación y restauración.
         En octubre de 2008 llega a la Casa Rosada, el mural dividido en 6 partes es trasladado a un tinglado construido expresamente en la plaza Colón, para su restauración que finalizo el 24 de junio de 2009. La obra fue declarada “bien de interés histórico nacional”.
Cristina Fernández de Kisrchner - Felipe Calderón
         La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y su par mexicano Felipe Calderón inauguraron en diciembre del 2010, el mural Ejercicio plástico. En verdad, la inauguración fue un acto simbólico y oficial al que podía asistir un exclusivo grupo de elite. El público podrá visitarlo cuando la Aduana Taylor –el espacio subterráneo que está bajo la Casa Rosada y la Plaza Colón– esté reconstruida y pase a ser “Museo del Bicentenario”. 
         “La obra está emplazada dentro de una enorme caja de vidrio que la protege, en medio de la sala principal de la Aduana Taylor. Los rayos del sol atraviesan tanto la caja como la sala toda, dado que el techo es transparente, En realidad, el mural es como una especie de cueva oscura que conserva la forma y las ventanas del sótano de la quinta de Natalio Botana.
         Entre 1935 y 1936 Siqueiros formó, en Nueva York, una escuela llamada El Estudio Experimental de Siqueiros y de regresó a México organizó el sindicato de pintores, escultores y grabadores revolucionarios. Fallece en su país el 6 de enero de 1974.

Los Arquitectos Andrés y Jorge Kalnay
Parados de izquierda a derecha Francisco, Esteban, Andrés y Jorge sentado el padre 
José Kalnay Foto de la familia en plena primera guerra mundial
Andres Kalnay 
         Nace el 4 de abril de 1893, en Jasenovác (Croacia), parte del Imperio Austro-Húngaro.
         A los 14 años, ingresa a la preparatoria de la “Escuela Superior Real Estatal Húngara de Arquitectura de Budapest” hasta 1911. En 1910 ingresa al estudio del arquitecto Pollák Manó. Pasaría también por los estudios de los constructores Fritz Oszkár, Orth Ambrus, Somló Emil, el Dr. Arq. Hültl Dezsö, los ingenieros Bleuer Ödön y la constructora Sugár y Sajó, entre otros.
         Estallada la I Guerra mundial, fue Incorporado al 7° de Artillería y destacado en el tirol. Andrés realizó algunos estudios en la Escuela de Artillería y Fortificaciones de Komarom, donde se especializó en estas temáticas. Actuó en numerosas batallas.
         Terminada la guerra, Kálnay participó abiertamente en la “Revolución de los Crisantemos”, situación que separó definitivamente a Hungría de Austria. En 1918 reabrió su estudio de arquitectura, con su hermano Jorge y proyectó 48 viviendas para damnificados por la guerra.
Proyecto casa económicas 1919
para zonas devastadas
        En 1919 Andrés obtuvo la patente habilitante para ejecutar y dirigir sus propias obras, certificado que le extendió la Facultad de Budapest. Fue además nombrado secretario de la Sociedad de Arquitectos por lo cual escribió varios artículos para la revista institucional.
        La revolución bolchevique y el posterior régimen comunista obligo a los hermanos Kalnay a salir de Hungría. Tras una breve estadía en Venecia llegaron a Nápoles embarcándose como polizones en un buque que se dirigía en principio a EE.UU y en alta mar cambio su rumbo hacia el Rió de la Plata
Desembarcaron en el puerto de San Nicolás de los Arroyos , en Argentina. Desde allí viajaron hacia Buenos Aires, adonde llegaron en marzo de 1920.
         Si bien los primeros años que pasaron en la ciudad tuvieron grandes dificultades, con el transcurso de los meses obtuvieron empleo en distintos estudios de arquitectura de gran prestigio como los de Julio Dormal y Lorenzo Siegerist.
         En 1921 abren su estudio bajo el rótulo “Andrés Kálnay - Jorge Kálnay, Arquitectos”. Es llamativo que el contrato fuera hecho entre ambos con un plazo determinado que sería ratificado por dos años más, lo cual indicaba la voluntad de seguir caminos separados.
         A los pocos meses recibieron encargos para realizar la Cervecería Munich de la calle Cangallo, viviendas y edificios. En 1925 se les solicita las obras mas importantes de sus carreras que son el Cine Florida y el edificio del diario Critica.
Cine Teatro Florida
         La obra del Cine Teatro Florida, marcaría la plena identificación con el “art déco”: ventanas con fuertes improntas geométricas, acentuadas por pilastras monumentales rematadas en cornisas con elementos semejantes a ladrillos a sardinel, utilización de una geometría marcada en el diseño de casetonados en la cubierta coincidente con los pisos de mármoles blancos y negros, la sala con palcos semicilíndricos y una amplia boca de escena festonada con ornamentaciones estilizadas en su parte superior.
         Todo esto se verá claramente potenciado en otra obra realizada posteriormente por Andrés en el Cine Suipacha.
Cine Suipacha
Cine Suipacha
Vestíbulo Planta baja
Una de las puertas de entrada a la sala
Detalle decorativo
Ya separado de su hermano proyecta la cervecería Munich de la Costanera Sur.
         En 1928 participo en la lista del Partido Obrero Independiente.
         En 1930 proyecta los edificios del Club de Regatas y del Club social, ambos en Chascomús.
Club Social Chascomus
         A medidos de los años 30 Andres Kalnay abandono las extravagnacias del periodo anterior y nunca mas logro organizar un Nuevo sistema “moderno” y a la vez “original” como el que logro crear en 1927. Andrés Kálnay muere en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1982.

La Munich
         En 1918 se inauguraba en la ribera del Puerto Madero el Balneario Costanera Sur, gran parque y balneario público. Ampliado durante la siguiente década, el lugar se transformó en favorito de los porteños para pasar el verano al aire libre.
         El conocido empresario catalán Ricardo Banus se había iniciado en el negocio gastronómico con la apertura varias cervecerías en la ciudad de Buenos Aires, el éxito comercial que obtuvo lo incentivo para abrir la Sucursal Balneario de la Cervecería Munich, contratando en el año 1927 al arquitecto húngaro Andrés Kalnay para que la diseñase.
         Inaugurado el 21 de diciembre de 1927, el emprendimiento fue tan exitoso que la Municipalidad de Buenos Aires decidió proyectar un conjunto de cervecerías y confiterías a lo largo del extenso parque, que serían concesionadas a diversas compañías. Para mantener la armonía, el mismo Kalnay estuvo a cargo de proyectar las nuevas construcciones: las cervecerías “Brisas del Plata”, “Don Juan de Garay”, “La Alameda” y “Punch de Naranja”. Por último, la Cruz Roja encargó a Kalnay el proyecto de un “Chalet Modelo” que fue rifado, actual templo Beit Jabad.
Cervecería Brisas del Plata
Cervecería la Alameda
"Chalet Modelo" Cruz Roja
    
        El edificio De la Munich posee un diseño que remite al pintoresquismo centroeuropeo con la fachada principal mirando al rió. Por su aspecto exterior, algunos estudiosos consideran su estilo ecléctico, otros de un Art Decó muy especial, orientado exclusivamente al mundo de la cerveza.La construcción esta profusamente ornamentada, en el exterior e interior con motivos alusivos a la cerveza. En el conjunto sobresale el gran salón de la planta baja y las galerías y terrazas que lo rodean.
         El plan se desarrollo dando prioridad a las áreas abiertas, resueltas como terrazas y un gran hall central, recreando el ámbito de las tradicionales cervecerías jardín de la ciudad de Munich.
         La escalera en espiral remata en un templete que se transforma en el motivo principal de la fachada. En ambos niveles se repiten los sectores de servicios, bar y cocina para una rápida y eficiente atención.
         Las fuentes de Neptuno y Náyades fueron originalmente encargadas por el ex presidente Bartolomé Mitre a la fundición francesa Du Val D'Osne, y luego de dar vueltas por varios parques de la ciudad de Buenos Aires, terminaron en la Cervecería Munich.
        Para la época, la Munich ostenta dos record tecnológicos: la ejecución del proyecto en 4 meses y ocho días, y la extraordinaria capacidad de almacenamiento, refrigeración y distribución de cerveza.
        Baste consignar que las cámaras ubicadas en el sótano, podían refrigerar 50.000 litros de cerveza, es decir 1.000 barriles. Por medio de una red de cañerías empotradas se podían utilizar 30 barriles en forma simultánea e independiente para llenar 1.500 litros de cerveza que circulaban por ellas.
        En el sótano estaban las instalaciones frigoríficas que eran las más grandes del país (1927). A excepción de los grandes frigoríficos para exportación.
         Las pilastras de la fachada, escaleras, balaustres y barandas y elementos escultóricos fueron premoldeados en cemento con el color incorporado. Las placas y las partes ornamentales fueron fabricadas al pie de la obra. El diseño decorativo de vitrales, barandas, lámparas, equipamiento mobiliario y vajilla fueron creados por el propio Kalnay.
         Como expresión inequívoca de la modernidad porteña, se llego a afirmar que la Munich poseía un espíritu innovador propio, inclasificable y único. Sin lugar a dudas s, su fuerza gano un lugar tal en el corazón de la ciudad que la torno imprescindible. Así logro salvarse de la demolición y la desaparición, y se conserva hasta hoy en pie, embelleciendo la Costanera sur.
         En la actualidad, es cede de la Dirección General de Museos.

Jorge Kalnay
         Nació en Budapest en 1894 y se graduó como arquitecto en la Escuela Superior Real Estatal Húngara. Con su hermano Andrés, llegó en 1920 a la Argentina y comenzó un trabajo en sociedad que, entre 1921 y 1926, exhibe una singular productividad. Muchas residencias y las esquinas de Charcas y Serrano, Cuba y Guayra, y Charcas y Gallo revelan la creatividad y profesionalismo de los hermanos.
         Después de la separación, Jorge realiza, el Mercado Larrea (Lavalle y Larrea), el Cine Teatro Broadway, el Estadio Luna Park y algunas casas de renta que son ejemplares por la destreza puesta de manifiesto en el manejo volumétrico y el juego de luces y sombras, balcones y relieves , tal el caso del Edificio Barrancas, Juramento y Zavalía (1933); Edificio Arroyo, Juncal y Esmeralda (1934) o la Mansión Garay, Garay esquina Defensa (1936), donde revela esa calidad para resolver casos de esquina.
         Cuando al principio de la década del 30 surgió la arquitectura Moderna en la Argentina, Kalnay se constituyo, junto con Prebisch, Vautier, Vilar, Acosta y otros en uno de los pilares del nuevo movimiento.
         A diferencia de otros exponentes de la Arquitectura Moderna en la Argentina, que ensayan alternativas radicales o de difícil solución dentro de la legislación vigentes, Kalnay intenta construir un compromiso entre tradición y renovación, se plantea como un llamado a las fuerzas del mercado inmobiliario, los organismos públicos y la propia disciplina arquitectónica, para avanzar en la transformación gradual de la ciudad, sin apelar a una modificación de la estructura urbana existente
         Entre su abundante producción hay notables residencias, como la del embajador uruguayo (Figueroa Alcorta y Ocampo), mercados, cines y hoteles, en Buenos Aires y en Santiago del Estero.  Murió en Buenos Aires, en 1957.


Fuentes:  www.sprensalibre.com.ar/ / http://es.wikipedia.org/wiki/Diario / http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal/paginas.dhtml / http://www.buenosaires.gob.ar/areas/cultura/casco/recorridos
"Andres Kalnay -Un Húngaro en la renovación arquitectónica argentina"
http://andresyjorgekalnay.blogspot.com/ / http://es.wikipedia.org/wiki/Diario
http://argentinaparamirar.com.ar / http://www.todo-argentina.net/biografias/Personajes/natalio_botana.htm
http://s2.elforo.de/mediosyopinion/viewtopic.php
www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectáculos/
www.onabe.gov.ar/html/bicentenario-mural-ejercicio.html
www.argentinamundo.com/Con-Enrique-Espina-Rawson-e-Iuri-Izrastzoff-visitamos-el-edificio-del-Diario-Critica-Buenos-Aires-Argentina / www.todacultura.com/movimientosartisticos/artdeco.htm
www.revistacronopio.com/ / www.lanacion.com.ar/220316-biografía-del-creador-de-critica
www.sprensalibre.com.ar/ / www.elojojujuy.com.ar/index.php / webcache.googleusercontent.com/
www.sprensalibre.com.ar/noticias/news.php / www.foroxerbar.com/viewtopic.php
Edificio de la Munich. Dirección General de Museos
Diccionario de Arquitectura en la Argentina. Jorge Francisco Liernur, Fernando Aliata. Clarín arquitectura. / Vanguardias Argentina Obras y movimientos en el siglo XX. Arq. Diario de Arquitectura Clarín / www.agendadereflexion.com.ar / miguelangelmoralex-bitacora.blogspot.com
www.revistaenie.clarin.com / grupo-edam.blogspot.com



No hay comentarios: