02 octubre, 2010

Hoja Guaraní



Al parecer el nombre "Guaraní" les fue dado por los españoles al escuchar los gritos de guerra de este pueblo en los cuales existiría la frase guará-ny (combatir-les)

A la llegada de los conquistadores a América, los Guaraníes se asentaban en el sur de Brasil, el este de Bolivia y Paraguay y el noroeste de Argentina; algunos incluso llegaron hasta cerca de la actual Buenos Aires y el Delta del Paraná.

Se calcula que cuando llegaron los españoles en el siglo XVI al Paraguay eran unos 1.500.000 en total en todo el territorio.


Su lengua fue aprendida por diferentes pueblos y fue útil para usarla en los intercambios y el comercio y con el tiempo se convirtió en la lengua general conocida por las tribus del sur del Brasil, Paraguay, este de Bolivia y noreste argentino.

Los guaraníes viván en zonas selváticas, en suelos poco fértiles, utilizaban un sistema especial para cultivar que se llama roza y quema. Este sistema consiste en cortar los árboles en una pequeña parcela de tierra y luego se quema. Con ayuda de un palo hacían un agujero para plantar las semillas. La ceniza fertilizaba el suelo.

Luego de usarla debían buscar nuevas tierras para volver a cultivar por esta razón los grupos no eran muy numerosos y se movían con cierta frecuencia.

También recolectaban la yerba mate para tomar el conocido "mate". Es una costumbre guaraní que pasó a los españoles y que hoy en día se conserva.

La unidad social era el linaje o familia extensa llamada tevy y eran descendientes de un antepasado en común. Cada familia extensa tenía su jefe que arbitraba como juez en los casos de conflictos entre familias.

A su vez varios tevy se agrupaban en aldeas llamadas tekoa, que era la unidad social mayor. A su vez cada aldea tenía su jefe llamado tuvichá que podía tener el privilegio de poseer varias esposas. No daba órdenes sino que persuadía.

Tenían hechiceros y especialistas religiosos muy influyentes entre la gente, llamados payés, que tenían conocimiento sobre las enfermedades, religión y curas. Al igual que los jefes podían tener muchas esposas, incluso algunos podían tener hasta 30.

Curaban usando una gran cantidad de remedios provenientes de plantas silvestres o cultivadas.

Eran frecuentes las enemistades entre los distintos linajes. Los prisioneros de guerra masculinos eran presa de una antropofagia ritual ya que eran antropófagos o caníbales.

En enero de 1516 Juan Díaz de Solís Lebrija, (Sevilla, 1470 - Punta Gorda Uruguay, 20 de enero de 1516) descubre el Río de la Plata, una enorme extensión de agua dulce al que llamó Mar Dulce, ya que consideró que se trataba de un mar con un agradable sabor, siendo en verdad un río, pudiendo penetrar en él gracias al escaso calado de sus tres carabelas.

Díaz de Solís hizo escala en una isla que bautizó Martín García porque allí tuvo que sepultar al despensero de ese nombre, fallecido a bordo de la carabela, convirtiéndose Díaz de Solís en el primer europeo en poner pie en forma comprobada en lo que hoy constituye la República Argentina.

Viendo indígenas en la costa oriental, Díaz de Solís intentó desembarcar con algunos de sus tripulantes pero fueron atacados por un grupo de indígenas que los ejecutaron ante la mirada del resto de los marinos, que observaron impotentes sus muertes desde la borda del buque, fondeado a tiro de piedra de la costa. Los cadáveres fueron asados y devorados por los guaraníes.

Los sobrevivientes, confundidos al haber perdido a su líder, retornaron a España, arribando el 4 de septiembre de 1516.

En 1536 Pedro de Mendoza fundó Buenos Aires y envió expediciones por el río Paraná porque buscaban a los reinos del Perú con sus riquezas, conocida como El Dorado. Uno de estos grupos llegó hasta el río Pilcomayo y fundaron Asunción en la actual Paraguay. Lograron mantener inicialmente buenas relaciones con los guaraníes.

Cien años después, de la invasión europea en la zona, llegaron los jesuitas, que aunque extranjeros, traían un mensaje unificador y, sobre todo, ofrecían algo muy importante: los guaraníes que aceptasen su convivencia pasarían automáticamente a estar cubiertos por las leyes del rey de España.

Hacia el siglo XVI y XVII la Compañia de Jesus encara una tarea evangelizadora en todos los dominios españoles de ultramar. De esta manera fundan misiones jesuiticas en China, India, Mexico, Estados Unidos, Ecuador, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina, siendo estas últimas las de mayor significación. Crean en la República Argentina 15 misiones de las cuales 11 son guaraníes. Las reducciones jesuiticas guaraníes a la vera del río Parana y Uruguay constituyen un ejemplo de comunión entre las tradiciones indígenas y la intención colonizadora.

Misión Jesuítica de San Ignacio Mini:

Luego de varios asentamientos temporarios en 1696 se estableció definitivamente. Fue edificada siguiento los planos con los que la Compañía de Jesus construía en otras partes del mundo. Su población estuvo planificada para un maximo de 6000 habitantes aunque nunca llego a tener mas de 3300. El ingreso era voluntario pero significaba someterse a las normas.

Diseñada por jesuitas y construída por manos guaraníes, impresionó por su eficiencia hace casi 400 años.


La misión funcionaba con gran eficiencia y orden. Todo el conjunto se sustentaba con la agricultura, la miel, la ganadería, las artesanías y el comercio. A cada familia indígena se le otorgaba una parcela de tierra para el cultivo que era denominada abá-mbaé o "propiedad del indio", la explotación de la misma era controlada por los misioneros quienes vigilaban que los indios sembrasen y cosechasen sus productos.



Los jesuitas establecieron los talleres, donde enseñaron a los guaraníes una serie de oficios: carpintería, fabricación de vajilla, hornos para cocer tierra, fundición de metales, tejeduría de algodón, confección de sombreros e instrumentos musicales.

Dentro de las misiones reinó una organización comunitaria en perfecto orden. Este funcionamiento comenzo a competir con el sistema aristocrático propio de la corona española que decidió expulsar a los jesuitas de todos sus territorios en 1767 cuando el Rey Carlos III de España, firmó el Decreto de expulsión, pero recién se ejecutó en las Misiones en 1768. A partir de allí comienza una decadencia lenta. San Ignacio Miní sobrevivió hasta que fue parcialmente destruido, como otros pueblos, durante las guerras de fronteras por las tropas paraguayas.

Hacía el año 1744, la Compañía de Jesús realizó un censo poblacional de sus reducciones, lo que arrojó un total de 84.000 indígenas.

Los guaraníes reducidos, los que habían apostado a la alianza con los jesuitas al haber sido educados y haber convivido más de 150 años con los sacerdotes de la compañía de Jesús (que tenían un nivel cultural muy alto), habían sido instruidos para hablar latín, pintar cuadros, hacer obras esculturales, etc. lo que hoy se llama barroco-guaraní, por lo que es importante desechar la teoría de que volvieron a la selva, porque ya ni ellos ni sus padres o abuelos habían vivido en la allí, y la mayoría comenzarían a prestar servicios en las grandes estancias que se estaban constituyendo en las provincias de Santa fe, Buenos Aires, ya que ellos tenían conocimientos del trabajo rural.

Las misiones o reducciones jesuiticas han sido declaradas por la UNESCO como Patrimonio Universal de la Humanidad.

En la actualidad se estima que aún existen cientos de miles de guaraníes y su idioma es hablado por 5 a 12 millones de personas, principalmente gente de origen mestizo, en Paraguay, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Rondonia (oeste y centro de Brasil), Santa Cruz, Beni y Pando (al este de Bolivia) y en Misiones y Corrientes y en menor medida Entre Rios y Formosa (en el noreste argentino).

Actualmente las comunidades de guaraníes de la provincia de Misiones están pasando por graves problemas que podrían llevar a la desaparición del pueblo. Las principales causas son la falta de tierras, la desnutrición, la tuberculosis y la falta de ayuda por parte del gobierno provincial y federal. Son alrededor de siete mil guaraníes, agrupados en 76 aldeas.

El factor principal de la crisis es la falta de territorios, ya que esta tribu utiliza los recursos naturales en amplias extensiones de tierra, desplazándose en grandes distancias para cazar, pescar, recolectar frutos del monte. La presión demográfica sumada a la explotación forestal irracional hizo que las comunidades vean reducido su espacio vital.

Además existe una emergencia alimentaria y sanitaria, con picos muy graves en algunas comunidades, con niños con alto índice de desnutrición y enfermedades asociadas como la tuberculosis.

Fuentes: wikicuentodelsacra.blogspot.com / www.monografias.com

Hoja Guaraní gentileza de Francesco de Vincenzo.

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