28 mayo, 2011

Hojas de afeitar y Turf



Las 2 imágenes fueron cedidas por nuestro amigo coleccionista Enrique Orchanski. Autor del libro "Hojas de Afeitar argentinas Guía para Coleccionistas".
El Hipódromo Argentino de Palermo esta el barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Se inauguro el 7 de mayo de 1876, entre el Parque 3 de Febrero y los alfalfares de Rosas, siendo el primer centro hípico de la ciudad de Buenos Aires destinado a las carreras de caballos, cerca de 10.000 presenciaron la primera carrera disputada, que fue ganada por el caballo Resbaloso.
Era manejado por una Junta Directiva entre cuyos miembros estaban Carlos Pellegrini y Emilio Mitre. El establecimiento tuvo por finalidad contribuir al esparcimiento de la sociedad porteña y además fomentar la raza caballar. Durante los primeros años las reuniones de carreras eran esporádicas y dependían del estado del tiempo.

En 1892 el gobierno de Carlos Pellegrini -el mandatario de mayor y más entusiasta gestión vinculada con el hipódromo- cedió el predio en usufructo al Jockey Club, disposición casi simultánea con la fundación de la entidad.

La construcción original contaba con una tribuna oficial para 1.600 personas y 40 palcos para familias, además de un servicio de restaurante atendido por el Hotel de La Paix y amplios jardines para el esparcimiento de los visitantes.

Los edificios originales del hipódromo, de madera y metal de estilo victoriano, fueron reemplazados a partir de 1908 por otros de estilo francés neoclásico inspirado en la arquitectura del siglo XVIII con capacidad para 2.000 personas, la cual permanece hasta el día de hoy.
La construccion estuvo a cargo del arquitecto francés Louis Faure Dujarric (1875-1943). Tres años más tarde, en 1911, se construyó la confitería París. Ambas construcciones forman parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Los edificios del hipódromo son estupendos ejemplos de toda esa arquitectura que recrea la elegancia y el refinamiento del Siglo de las Luces. Casi como al modo de un conjunto palaciego, en el de Palermo se alinean varios pabellones rodeados por jardines presididos por la tribuna oficial, el edificio más pequeño, pero el más ornamentado. La cour d´honneur que lo precede está enmarcada por rejas artísticas y copias de los caballos de Marly que flanquean la Place de la Concorde en París. El hipódromo de 1900 debía portar la imagen de enclave deportivo, pero también aristocrático.
Esta moda de estilo frances en Buenos Aires hizo surgir, en tiempos del Centenario, grandes residencias particulares como el Palacio Errázuriz (actual Museo Nacional de Arte Decorativo) o el Palacio Bosch (actual embajada de Estados Unidos), el edificio de la Bolsa de Comercio y la estación Retiro entre otros monumentos.

1918


Palacio Errázuriz

Palacio Bosch
Bolsa de Comercio de Buenos aires
Datos históricos y curiosidades
El primer sistema de largada del Hipódromo de Palermo consistió de un abanderado que anunciaba la largada al grito de “¡Vamos!”. Muchos fueron los años que tuvieron que pasar para que el ya tradicional grito quedara en el recuerdo. En 1918 es instalado el primer sistema mecánico accionado por una manija y que trabajaba a base de cintas de trapo. Seguidamente se pasó a utilizar cintas irrompibles que eran accionadas por un dispositivo de pila eléctrica.
Recién en 1967 se instala el sistema automático de Puertas Gateras que trabaja actualmente.

Desde 1947 el Hipódromo de Palermo dispone del Photochart, que permite captar el momento justo en que los caballos cruzan la meta. En 1953 se le cambia la denominación original por la de Hipódromo Argentino de Palermo.