El cóndor andino o cóndor de los Andes (del quechua kuntur) (Vultur gryphus) es una especie de ave falconiforme ( aves de presa conocidas como rapaces diurnas) de la familia Cathartidae emparentada con el Cóndor de California.
Habita en la cordillera de los Andes y en las costas de Sudamérica adyacentes al Océano Pacífico. El cóndor andino es reconocido como una de las aves voladoras más grandes del planeta después del albatros viajero. Los adultos llegan a medir hasta 142 cm. de altura, y entre 270 y 330 cm de envergadura, y pesan de 11 a 15 kg. los machos y de 8 a 11 kg las hembras.
No se conocen subespecies.
Es un ave grande y su pelaje es negro como el hollin, con plumas blancas alrededor del cuello y en partes de las alas, en especial los machos.
Las alas son largas y anchas, y las patas, no prensiles, poseen uñas cortas y poco curvas, y con la inserción del dedo posterior elevada. Las mismas están adaptadas para la marcha y para la sujeción de la carroña.
Un rasgo característico es su calvicie, que la obtiene al meter la cabeza dentro del cuerpo de los animales. La cabeza es de color rojo, y puede cambiar de tonalidad de acuerdo al estado emocional del ave; pico de borde muy cortante y terminado en gancho.
Los machos presentan una cresta o carúncula y pliegues en la cara y cuello que aumentan de tamaño con la edad.
Los machos tienen ojos son de color café y las hembras ojos de color rojizo.
A diferencia de la mayor parte de las aves de presa, el macho es mayor que la hembra.
Es un ave carroñera. Un cóndor puede ingerir unos 5 kilogramos de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta cinco semanas.
Por su función de carroñero es una pieza importante en el equilibrio de los ecosistemas del que forma parte y es muy útil para la salud de muchos animales, porque al consumir rápidamente los cadáveres elimina fuentes de contacto de enfermedades o focos de contaminación. Por eso hay que evitar su desaparición. No es cazador, y no tiene las fuertes garras que se necesitan para capturar y matar. A diferencia del águila, no puede tomar un animal con sus patas.
Alcanza la madurez sexual a los cinco o seis años y anida entre los 3.000 y 5.000 metros de altitud, generalmente en formaciones rocosas inaccesibles. Suele poner uno o dos huevos al año. Es una de las aves más longevas, pudiendo alcanzar la edad de 50 años.
Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido pueden alcanzar con relativa facilidad los 7000 metros; luego puede planear por cientos de kilómetros casi sin mover las alas extendidas, el cóndor consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar climas gélidos.
Los cóndores son prácticamente mudos al tener atrofiada la siringe.
En ambiente natural, uno de los aspectos menos conocidos del cóndor es el referido a su reproducción. Los cóndores son básicamente monógamos, es decir que escogen una pareja y permanecen con ésta de por vida. Sólo en caso de que uno de los dos muera, el otro busca una nueva pareja.
El ciclo reproductivo del cóndor, incluido el cortejo, apareamiento, incubación y levante del polluelo hasta su emancipación dura aproximadamente dos y tres años.
La especie posee el período de incubación más prolongado entre las aves rapaces. La hembra pone generalmente un solo huevo color blanco, de unos 10 cm. de largo. La incubación dura alrededor de 55 días; el macho y la hembra se turnan para dar calor al huevo.
Nacido el polluelo es alimentado por ambos padres con carne regurgitada.
A los seis meses ya intenta dar sus primeros vuelos en el área inmediata a su lugar de nacimiento y a los nueve el juvenil está listo para acompañar a sus padres en sus vuelos. De ellos asimila los comportamientos básicos para su supervivencia. Al cabo de un año y medio o dos se integra a la población local, y disputa un lugar en la carroña.
Es un símbolo nacional de Chile, Bolivia, Colombia y Ecuador, y tiene un importante rol en el folklore y la mitología de las regiones andinas de Sudamérica. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cataloga como una especie casi amenazada, ya que sufre la pérdida de su hábitat y el envenenamiento secundario por la ingesta de algunas presas matadas por cazadores. Varios países iniciaron programas de reproducción en cautividad.
El cóndor andino fue descrito en 1758 en la décima edición de Systema naturae; por el naturalista y médico sueco Carlos Linneo también conocido como Carl von Linné o Carolus Linnaeus (1707-1778) , y conserva la nomenclatura binominal original de Vultur gryphus.
Pensamiento científico de Linneo
Linneo amaba profundamente la naturaleza, y siempre se asombraba de las maravillas del mundo de los seres vivos.
Sus creencias religiosas lo condujeron hacia la teología natural, una escuela de pensamiento muy antigua pero que estaba muy en boga alrededor de 1700: ya que Dios ha creado el mundo, es posible comprender la sabiduría de Dios estudiando Su creacción.
Y así lo expresón en el prefacio a una edición posterior de Systema Naturae: Creationis telluris est gloria Dei ex opere Naturae per Hominem solum - La creacción de la Tierra es la gloria de Dios, tal como sólo el Hombre lo ve por las obras dela Naturaleza.
El estudio de la naturaleza revelaría el Órden Divino de la creacción de Dios, y el trabajo del naturalista era construir una "clasificación natural' que revelaría este Órden en el universo.
A veces se lo conoce como cóndor argentino, cóndor boliviano, cóndor chileno, cóndor colombiano, cóndor ecuatoriano, o cóndor peruano en referencia a los países en donde habita.
El término genérico Vultur proviene del latín vultur o voltur, que significa "buitre". En tanto, gryphus deriva de la palabra del griego antiguo γρυπός (grupós, "pico con forma de gancho").
Desde 1800, su distribución y número a lo largo de toda América del Sur ha disminuido considerablemente, llegando a estar en peligro de extinción,
Estatus poblacional de la especie
Desde diciembre de 1997 se vienen llevando a cabo reintroducciones de cóndores en su antigua área de distribución provenientes de la cría ex situ, llegando hasta las 65 liberaciones. De ellos solo tres murieron, por disparo, intoxicación y electrocución.
Todos los ejemplares liberados van equipados con emisores vía satélite con placas solares que permiten su seguimiento por todos los Andes. Esta técnica se empleó por primera vez con estas aves.
Si bien fue abundante en otro tiempo, este animal emblemático, eslabón simbólico con nuestro pasado cultural, se ha convertido hoy, lamentablemente, en un desafío de conservación.
En Agosto de 1991, en Pampa de Achala, Córdoba, Argentina, se dio origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Este proyecto está organizado por el ZOO de Buenos Aires, la Fundación Temaikén y la Fundación Bioandina Argentina y cuenta con el apoyo de prestigiosas instituciones, nacionales e internacionales.
Su principal objetivo es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.
El jueves 2 de diciembre de 2010. Nació un cóndor andino en el Zoo de Buenos Aires.
Fuentes: www.redargentina.com/Faunayflora/Aves/condor.asp - www.bioandina.org. - www.alconet.com.ar - Wikipedia - www.ecodigital.com.ar - www.jmarcano.com
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