La característica mas interesante de este modelo es el estuche que al abrirlo elevaba una plataforma exponiendo la maquina y el porta hojas.
Esta maquina que incorporamos a nuestra colección tiene como particularidad que esta nueva sin uso, como lo muestra la etiqueta que aun tiene adherida, con el precio y el nombre del comercio donde se vendió, la tienda por departamentos mas grande y mas importante que existió en la Argentina “Gath & Chavez”.
La tienda “Gath & Chaves Ltd.”, pertenecía a la sociedad conformada por el inglés Alfredo Gath (1852-1936) que habia llegado a Buenos aires en 1881 y un santiagueño, Lorenzo Chaves (1854-1932), dos ex empleados de tienda Casa Burgos, que abrieron el 8 de julio 1883 su propio local en la calle San Martín 569 entre Cangallo (ahora Perón) y Piedad (ahora Bartolomé Mitre) dedicado a la venta de ropa de caballeros confeccionada con telas inglesas.
En 1901 inuaguraron el primer edificio dedicado íntegramente a alojar a Gath y Chaves, con planta baja y tres pisos altos, en el cruce de las calles Piedad (hoy Bartolomé Mitre) y Florida.
El 31 de marzo de 1908, la tienda se transforma en una Sociedad Anónima, con un capital de 6.000.000 de pesos oro. Los fundadores les entregan a los 800 empleados más antiguos acciones de la empresa por valor de 1.800.000 pesos oro.
Comienza a trabajar la fábrica de muebles en la calle Agrelo, se agregan los depósitos de la calle Venezuela y se trabaja intensamente en el Taller de Vestimentas de la calle Pueyrredón, donde 6.000 personas confeccionan trajes y vestidos por un valor de 10.000.000 pesos oro.
El 17 de septiembre de1910 es inaugurada la sucursal en Santiago de Chile.
Capitales ingleses D'Erlanger and Co. se mostraron interesados en invertir en el negocio y el 27 de marzo de 1912 la transformaron en The South American Stores (Gath and Chaves) Ltd., Los británicos invirtieron en esta casa un capital de 1.712.500 libras esterlinas. Con la firma de un acuerdo, Gath y Chaves cerró una etapa de casi treinta años de capitalización independiente. A cambio de la participación británica, los fundadores de esta casa comercial recibían el 5% de las ganancias hasta el 15 de enero de 1918 y Lorenzo Chaves fue nombrado miembro de la Junta de directores en Londres.
En una operación muy comentada en los círculos de negocios de la época, la empresa adquiere cuatro propiedades linderas en Florida y Cangallo, con una superficie total de 2.700m2 para levantar su imponente sede.
El proyecto fue encargado al arquitecto F. Fleury Tronquoy, quien entre otras obras, realizo la catedral gótica de la ciudad de mercedes, en la provincia de Buenos Aires
El proyecto consistió en el imponente edificio de estilo francés, con 8 plantas y 2 subsuelos, que en ese tiempo fue la inversión más costosa de Buenos Aires.
Cada piso albergaba una sección de la tienda, claramente identificada con carteles. Los artículos de ropa para hombre, mujer, menaje y sanitarios formaban parte de la amplia oferta.
Uno de sus lugares emblemáticos era el tea room del octavo piso, punto de encuentro de la alta sociedad.
Allí se dieron cita muchas personalidades de la época, entre otras, Sarah Bernardt, Anatole France y Eduardo VIII, príncipe de Gales.
Otro lugar de rigor para la visita era la terraza donde en verano se tomaba té helado mientras se observaba la magnífica vista de las grandes edificaciones del centro porteño, con el telón de fondo del Río de la Plata.
Fue centro de reunión de la aristocracia porteña y la burguesía ascendente que esperaban con ansiedad las novedades que dictaba la moda europea, cuya puerta de ingreso era la tienda.
Sus escenografías para Navidad servían para que los chicos tuvieran un lugar para llevarle su carta a Papá Noel Porque, sin duda, Papá Noel vivía en las tiendas Gath & Chaves o en Harrods
Tiempo después amplían sus instalaciones adquiriendo el edificio de la esquina noroeste. Ambos edificios estaban unidos por túneles, a nivel de los sótanos.
En 1922 Gath & Chaves se fusionó con la empresa inglesa propietaria de la cadena “Harrod´s”, que abrió su tienda en Florida entre Córdoba y Paraguay, aunque manteniendo su nombre.
Tenía sucursales en las principales ciudades del interior del país y en Santiago de Chile. Después, en 1929, inauguraron un anexo de ropa femenina en la esquina noreste de Avenida de Mayo, Perú y Rivadavia, que se comunicaba con la central por un pasaje subterráneo.
En la actualidad ahi funcionan dependencias del Gobierno de la Ciudad y una tradicional confitería.
Llegaron a tener más de 30 sucursales y un plantel de 80.000 personas. Todo un emporio.
Sus locales se transformaron en referencia obligada por su surtido, su calidad y el servicio al cliente, que un ejercito de empleados atendía con comprobada profesionalidad.
Las prendas era exhibidas sobre maniquíes con cabezas de cera y cabellos naturales, mientras que en los diferentes departamentos de sus lujosos interiores era posible adquirir una lista inimaginable de productos de diversos rubros, desde la ropa de confección hasta productos de rotisería, discos o vajilla con el logotipo de la tienda en el reverso, ya que fue pionera en comercializar marcas propias y en apoyar sus ventas con una acertada e intensa publicidad.